Esta vez le toca a mi esposa enseñar uno de sus trabajos. Se trata de
unos pendientes, de esos de perla, pero sin perla. Y con el tiempo, el
recubrimiento perlado, se suelta. La perla, se pela. Ya no se pueden
poner. Pero no es el fin de unos pendientes. Ahora vamos a ver como.
Aquí
tenemos los pendientes, después de retirar todo el recubrimiento de la
bola. No se trata de bolas de plástico, mas bien es algún tipo de
material cerámico. Este es el primer paso en el proceso de "tuning" o
reciclado de los pendientes.
Una
primera mano de esmalte de uñas. La superficie de la bola esta muy
pulida, y el esmalte colorea de forma desigual la superficie. También se
puede acentuar el efecto, repasando con el pincel, antes de que seque,
por zonas alternas. Eso le da una mayor apariencia a piedra
semipreciosa.
Y
después de pintar, esta es una buena forma de esperar a que se seque el
esmalte. Las pinzas de ropa son, con toda seguridad, uno de los
elementos bricolajeros, mas utilizados.
Una
vez bien seco el esmalte, se le puede dar una mano de esmalte
transparente. Protegerá un poco mas la capa de color, y mantiene el
brillo del esmalte de color.
Y
aquí tenemos el resultado final. Unos pendientes únicos, personalizados
y hechos al gusto de la dueña. ¿que mas se puede pedir? Aparte de que
hubieran sido de perlas de verdad, quiero decir.
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