Los que habéis estado siguiendo las andanzas del "palacete", quizás
os haya llamado la atención dos tableros que han aparecido en varias
ocasiones, y a los que no he hecho referencia. Son unos largueros que
constituían el frente y un lateral de un sofá de los que se llamaban
nido,
porque en la parte inferior del sofá, tenia una cama que se extraía
para dormir. Pues he recuperado esas piezas para hacer una caja de
cortinas, que va muy bien con la decoración del txoko del palacete.
El
proceso de construcción comienza con el barnizado de las piezas, y al
estar ya barnizadas, solo hay que darle una mano del barniz tinte con el
que he pintado el resto de la madera el txoko. Pero la parte interior
esta sin barnizar, y ahí si que hay que cambiarle un poco la apariencia,
pero se lo daremos después del montaje de la caja.
El
siguiente paso es cortar los laterales, para darle la distancia
necesaria entre la pared y la cortina. Después se mae ha ocurrido que en
lugar de hacer una unión normal, en la que se notaría demasiado las
laminas de las que esta construido el contrachapado (sobretodo con el
barniz), voy a eliminar las laminas, y hacer una especie de cajeado,
donde insertar el larguero.
El
proceso es sencillo. Se marca el ancho de la tabla de larguero, y se
corta con una sierra de costilla, lo mas nivelado posible. A
continuación, con un forman, se va retirando, capa por capa, la madera
sobrante, hasta conseguir la medida requerida.
Dos
imagenes mas del trabajo realizado, donde se puede apreciar bien lo que
he intentado explicaros antes. Las laminas se ven mucho, y al
barnizarlas se acrecentan las diferencias, así que al dejar solo una de
las laminas, la sensación de madera maciza se mas creíble.
Para
finalizar, se encolan las piezas, y con unos sargentos de escuadra, se
refuerzan con dos escuadras atornilladas. Las escuadras las pongo porque
la caja se va a sujetar en los laterales, y va a haber bastante peso.
Cualquier refuerzo es bueno.
Para
sujetar la caja, he elegido este sistema, en el que voy a combinar la
sujeción de la barra de la cortina, y la sujeción de la caja propiamente
dicha. Elegida la altura y distancia de la cortina, se atornilla a la
pared. Y después se atornilla la caja al separador de la barra.
Imagen
en detalle del sistema de fijación. La barra solo esta apoyada en el
separador, por lo que la caja no es impedimento para poner y quitar la
barra.
Solo
queda comentar que en la parte superior de la caja, se ha puesto un
tablero, para evitar la caída de polvo y poder poner algún tipo de
adorno. Al ser un tablero muy largo, me he fabricado uno, encolando
varias tablas de contrachapado, hasta conseguir las medidas necesarias.
Y
este es el resultado final, con los últimos retoques de la jefa, que es
la que ha confeccionado las cortinas, y es la ideóloga de esta caja.
Este
es uno de esos trabajos que con poco curro, obtienes unos resultados
espectaculares. Le da un aire muy tradicional al espacio, y por poco
dinero. Solo hay que tener la mente lista para buscarle una segunda
oportunidad a las cosas que parece que ya no sirven.
Hasta otra.